Me gusta pensar en el pasado a pesar de todo. A la mayoría de personas no les gusta; les provoca sensaciones desagradables como la nostalgia o la melancolía. Pero a mí me gusta. Relajo los músculos de mis ojos hasta que se cierran al mundo y vuelvo hacía atrás, hacia una época de esperanzadoras luces y espeluznantes sombras.
Mi vida se construyó con ladrillos defectuosos. Aparentaban ser robustos y de buena calidad, pero algunos resultaron ser endebles como una muñeca de trapo. Como cualquier niña pensaba que mi vida estaría repleta de grandes aventuras y personas interesantes. Y como cualquier joven pensaba que conocería a un hombre maravilloso que me querría por encima del mundo. Craso error. Nuestra mente no debería tener una capacidad de soñar tan ilimitada; algo en nuestro interior debería tener un sistema de protección que frenara esos pensamientos absurdos sobre un futuro incierto e indefenso ante las tribulaciones de la vida. Pero todos los seres humanos venimos al mundo con una mochila repleta de esperanza que desgraciadamente se va vaciando conforme pasan los años... Mi mochila de esperanza se quedó vacía muy pronto, cuando vi que ya no podía volver hacia atrás para volver a tirar los dados que me podrían abrir las puertas de otra posible vida, distinta y prometedora.
Nací en Guadalajara un 28 de octubre de hace setenta años. Fui la primera de tres hermanos. Mi hermano Miguel tenía dos años menos que yo y mi hermana Elisa era la pequeña. Vivíamos en un enorme piso antiguo, situado en la plaza …....... Tenía el suelo ajedrezado y las paredes de color ocre. Sus pasillos eran largos y lóbregos, pero el sol entraba de pleno en la sala de estar y en las habitaciones. Mi padre era banquero y todas las mañanas, con su traje impoluto y su maletín de piel curtida, nos estampaba un beso en la mejilla antes de irse. Yo siempre me reía cuando me besaba porque su bigotito siempre me hacía cosquillas. Cómo echo de menos sus besos; eran cálidos y dejaban siempre en nuestra habitación un dulce aroma a loción de afeitar... Mamá era ama de casa, aunque de vez en cuando daba clases particulares de primaria a algunos niños que iban retrasados en el colegio. Era una mujer muy inteligente y comprensiva, amorosa y exigente a la vez. Por supuesto, también nos ayudaba a nosotras con nuestros estudios y me enseñó a tocar el piano desde muy pequeñita.
Éramos una familia feliz, hasta que mi hermano Miguel se quedó por el camino. A los ocho años se puso muy enfermo, tanto que ni siquiera yo podía consolarlo. Lloraba y lloraba sin descanso, y mis padres lloraban y lloraban también, hasta que el doctor Garrido vino a casa y lo vio tan malito que llamó a una ambulancia para que lo llevaran al hospital de ….... Nunca más volví a verlo. Mi querido hermano murió a los dos días, dicen que de meningitis. No pude despedirme; ni siquiera pude leerle su cuento preferido mientras agonizaba. Esa fue la primera vez que perdí un puñado de esperanza de mi mochila, un buen puñado desde luego. Yo tenía entonces diez años y ya era plenamente consciente del dolor de una pérdida así, y envidiaba a mi hermana pequeña porque su corta edad no le permitía darse cuenta del enorme vacío que quedó en aquella casa, un vacío que creció y creció hasta engullirla por completo, con todos nosotros dentro.
LOS HILOS DE MI VIDA / VACACIONES EN FAMILIA
2 semanas, 14 capítulos + los del pasado
Cecilia Miraflores Gallardo
Nacida en 1955. Madrid
70 años
Familia de clase media alta.
Padre director de banco, madre ama de casa, un hermano que murió de meningitis y una hermana cinco años menor.
Toca el piano
Se casó en 1977, a los 22 años, con Roberto Castro Pérez, hijo del cirujano que salvó la vida de su padre cuando le dio un paro cardíaco. Roberto estudió para delineante, pero los trabajos no le duraban.
Le hubiera gustado estudiar para abogada, pero era impensable en esa época y no tuvo valor para luchar contra las conveniencias sociales.
Tuvieron 5 hijos:
-Guzmán. Nacido en 1978. 42 años. Abogado. Tiene hijos
-Marta. Nacida 1981. Tendría 39 años. Muere cuando tiene 1 año (*)
-Belinda. Nacida en 1987. 34 años. Enfermera. La más normal. Tiene un hijo.
-Ángela. Nacida en 1989. 32 años. Beata, secta Francia.
Roberto accedió al primero solo, pero el segundo vino sin querer y se dio cuenta de que cuantos más hijos más distraída estaba Cecilia y más libertad tenía él.
Nunca ha superado la muerte del pequeño.
Él la abandona con los niños aun pequeños después de tener varios affaires… también con tía Elisa porque Cecilia los vio (**).
Su hermana, casada con un notario mayor que ella (del que se queda viuda y rica), no pudieron tener hijos, la ayuda con los niños, y ella empieza a trabajar como costurera para Galerías Preciados de Madrid.
Salto de página
Elisa Miraflores Gallardo
Nacida en 1958.
65 años
Familia de clase media alta.
Padre banquero, madre ama de casa, un hermano que murió de meningitis y una hermana 5 años mayor.
A los 25 años se casa con Eugenio Martínez Durán, notario y además marqués, fue por amor, veinte años mayor que ella. No pudieron tener hijos aunque los anhelaron. Se quedó viuda a los 40 años, sin hijos pero rica.
Tiene un affaire con el marido de su hermana, Roberto (**) y lo mata (***)
Canta muy bien (con su hermana al piano)
Se pasa el día bebiendo
Salto de página
Cecilia está atravesando una depresión desde hace mucho tiempo.
Escribe una carta a cada uno de sus hijos pidiéndoles que acudan durante el verano 2 semanas entera a casa de la sierra de tía Elisa.
En la carta que escribe a la hija de la secta, le miente como si fuera la hermana mayor y le dice que su madre se está muriendo. La escribe a ordenador por la letra
Su intención es juntarlos a todos antes de suicidarse porque para ella es una liberación y necesita descansar.
Aunque sus hijos le cuentan poco, ella tiene a sus asesores (personas que están cerca de sus hijos y que le cuentan cómo les va sin que ellos lo sepan)
Su intención es que los hermanos expresen sus problemas y se unan antes de que falte ella.
PRIMER SECRETO (*)
El niño se dio un golpe en la cabeza, provocado porque al hermano mayor se le cayó de los brazos sin querer. Por miedo a su marido, Cecilia le dice que se le cayó a ella y eso nunca se lo perdonó… Tuvo que convencer al niño para que nunca dijera nada y él lo escondió en su inconsciente y los otros 3 hijos nunca lo llegaron a saber. Cuando discuten la madre y Álvaro la tía Elisa para defenderla le reprochará al hijo lo del bebé muerto y sale a la luz.
SEGUNDO SECRETO (**)
Elisa tiene un affaire con Roberto, marido de su hermana. Ninguno de los dos dice nunca nada y Elisa cree que nadie lo sabe, pero Cecilia sí lo sabe (conocía muy bien a Roberto, como la miraba, y a Elisa, como se ruborizaba), pero nunca dijo nada. En la casa de campo uno de los hijos lee una carta que guarda Elisa de Roberto y se entera… El hijo o hija se lo reprochará a su tia delante de su madre... las dejan a solas. "puedo explicártelo, no fue nada..." "en mi inconsciente creo que ya lo sabía, os vi un día..." "por qué nunca dijiste nada" "no quise creerlo, no podía ser que mi propia hermana...""no lo entiendes, lo hice por un motivo..." "no quiero saber nada" y se va.
TERCER SECRETO (***)
"dijiste que te acostaste con él por un motivo..." ", era consciente de mis armas de mujer, tú estabas muriendo en vida y quise liberarte..."" qué quieres decir" lo envenenó para liberar a su hermana" "no tenías derecho, era el padre de mis hijos" "era un monstruo"
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