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viernes, 9 de diciembre de 2011

LA POLÉMICA ESTÁ SERVIDA...

Al terminar mi novela, imaginé que se generaría un debate en torno a la temática de la misma, pero nunca creí que mis personajes iban a reavivar de tal modo el eterno conflicto que aún hoy persiste entre las posturas izquierdistas y derechistas. En el coloquio que tuvo lugar después de mi última presentación en el Ateneo de Madrid hubo quien sugirió que en las páginas de la novela, la autora (o sea, yo misma) manifestaba una tendencia política muy marcada que distorsionaba los hechos históricos y políticos que vivió nuestro país hace ya setenta y cinco años. Por lo que yo entendí, esa persona insinuó que la novela estaba escrita desde un punto de vista tímidamente reaccionario. Conclusión que saco de esa interpretación: algunos creen que si no piensas como ellos, estás en el lado contrario y, por tanto, estás equivocado. Es una opinión totalmente respetable, pero yo soy de las que piensan que en el tablero de ajedrez de la vida puedes posicionarte de tres modos: puedes vivir en la zona blanca o en la negra (bien asentado en una u otra, sin ver como se desarrolla la vida en la zona contraria y sintiéndote asediado por el que no piensa como tú) o bien sobrevolar el tablero para poder ver ambas zonas con más perspectiva y, de ese modo, tratar de entender las estrategias y las razones de unos y otros. Por supuesto, hay cosas en la vida que parecen estar muy claras y que no deberían estar sujetas a posibles interpretaciones, pero son muy pocas. Todas las demás deben predisponerse a la riqueza de subjetividades y matices.


  • Carolina Paterna Mingo Una copa de tristeza. ¿ Apología del franquismo ? Bonita reflexión, bonitas palabras, incluso en determinados aspectos acertadas palabras, pero el tema genra debate. Historia de amor ambientada y decorada en la guerra civil. O por otro lado apología de una ideología tapada con personajes que intentan distraernos del principal tema de la novela. Cuidado no seamos simples, sin ánimo de ofender a nadie
    30 de noviembre a las 23:12 · 
  • Eulalia López Garay Eso es, que se acaloren. A ver si a estas alturas tenemos aún que disfrazar la realidad para tenerles contentos..........
    1 de diciembre a las 0:04 · 
  • Carolina Paterna Mingo De eso mismo se trata. A estas alturas no hay que disfrazar nada pero en ocasiones lo adornamos para que no sea tan explícito y asi intentamos quedar bien con todos. Creo que esta postura es erronea, sin ir más lejos no se puede quedar bien con todo el mundo
    1 de diciembre a las 11:52 · 
  • Pepe Jendereque Muy guapa la segunda alternativa del ajedrez, ...visto desde arriba la perspectiva siempre nos permite ver las cosas de otra manera, ...me gusta.
    1 de diciembre a las 16:48 · 
  • Montse Rubiales Méndez No se trata de querer quedar bien con todo el mundo, pero sí de intentar profundizar en las razones de unos y de otros, y de no adquirir posturas radicales que sólo sirven para ensanchar aún más el abismo que separa a los seres humanos en muchas ocasiones. La radicalidad deriva, casi siempre, en la incapacidad de escuchar al otro, y así es muy difícil avanzar. En la novela, cada personaje adopta una actitud distinta frente a la vida en general, y frente a la contienda en particular. La última frase de la novela en boca de la protagonista ("Un hombre del bando contrario muerto jamás será una batalla ganada, sino una oportunidad de diálogo perdida") es precisamente un llamamiento a esa capacidad de reflexión que el hombre debería ejercitar para evitar conflictos innecesarios.
    1 de diciembre a las 18:42 · 
  • Emili Cardona Desgraciasdament
    1 de diciembre a las 18:44 · 
  • Montse Rubiales Méndez Gracias Pepe. La perspectiva siempre nos da una visión mucho más rica. Lo difícil, muchas veces, es tener valor para despegarse del suelo.
    1 de diciembre a las 18:45 ·  ·  1
  • Carolina Paterna Mingo Y para posicionarse
    1 de diciembre a las 18:46 · 
  • Montse Rubiales Méndez Posicionarse sí, pero ¿es que acaso entre el blanco y el negro, entre la izquierda y la derecha, entre el sí y el no, no hay multitud de matices?
    1 de diciembre a las 19:51 · 
  • Carolina Paterna Mingo Por supuesto. Matices, colores,opiones... pero en ocasiones utilizamos comodines para lanzar determinados mensajes y luego negamos que nos hemos posicionado.Tu novela da para mucho y yo creo que hay más de un mensaje, alguno de ellos polémico.Otra cosa es que haya sido tu intención enviarlos, eso sólo lo sabes tú. Pero ya te digo que se le puede sacar más de un mensaje, al menos yo se lo saco. No creo que sólo sea un historia de amor ñona.
    2 de diciembre a las 13:23 · 
  • Carolina Paterna Mingo La última frase de la novela que es muy bonita, no te la compro.Creo que es demagogia pura y dura
    2 de diciembre a las 13:30 · 
  • Montse Rubiales Méndez Siento no haber contestado antes. Estoy en Navarra intentando tomar aire puro para volver con animo al mundanal ruido.
    No tengo a mano la definicion de demagogia, pero a mi modo de ver el demagogo es aquel que dice algo con vehemencia pero no lo siente, aquel que dice aquello q los demas quieren escuchar aun sabiendo que lo que dice no se corresponde con la realidad.
    ?Puedes explicarme mejor pq dices q la ultima frase es demagogia?
    5 de diciembre a las 0:46 · 
  • Montse Rubiales Méndez ‎?Por que esa insistencia en intentar vislumbrar la posicion ideologica de la autora ~en este caso yo~ cuando los personajes son los protagonistas de una historia ficticia que tienen sus propias y distintas ideas?
    5 de diciembre a las 0:55 · 
  • Carolina Paterna Mingo Muchas veces las palabras hacen más daño que una bofetada. Que bonito, muy bonito.Claro que yo también estoy a favor del diálogo, pero y si empezamos a escuchar.La mayoria de ocasiones hablamos sin escuchar al otro. Por eso entre otras cosas la última frase me parece demagógica. Yo no pretendo saber tu ideología, puedes pensar blanco y escribir negro, lo cual no está reñido con lanzar mensajes a través de los verdaderos protagonistas que son los personajes.


  • Montse Rubiales Méndez Creo que tú y yo no entendemos la palabra "demagogia" del mismo modo.
    Hace un minuto aproximadamente · 
  • Montse Rubiales Méndez Quizá puedas decir que la última frase de la novela pueda ser algo "moralista" ¿pero demagógica?...

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